Liseo González
Miles de banderas, pancartas, megáfonos,
consignas y gargantas se preparan para conmemorar un año más el Día
Internacional de los Trabajadores. Ciudades a lo largo y ancho del planeta serán
inundadas por mares de millones de obreros con una sola consigna: “Más
justas condiciones de vida”.
Il quarto stato de Giuseppe Pellizza da Volpedo
(1868-1907)
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El Primero de Mayo o Día Internacional de los
Trabajadores es la fiesta de movimiento obrero mundial. Desde su establecimiento
en gran parte de los países por común acuerdo del Congreso Obrero Socialista de
la Segunda Internacional (París 1889) es una jornada de lucha reivindicatoria y
de homenaje a los Mártires de Chicago (1886) por la lucha que dieron por la
jornada de 8 horas.
Este crimen cometido en Chicago en 1886 costó
la vida a varios dirigentes sindicales y a muchos trabajadores; no se sabe un
número exacto, pero fueron miles los despedidos, detenidos, procesados, heridos
de bala o torturados. En su mayoría eran inmigrantes: italianos, españoles,
alemanes, irlandeses, rusos, polacos y de otros países eslavos. Pero su
sacrificio no fue en vano, porque para finales de mayo del mismo año se logró la
jornada de 8 horas para centenares de miles de obreros, y la consecución de
este logro marcó un punto de inflexión en el movimiento obrero mundial.
Pero hoy en día, la lucha por la reivindicación
de los derechos de los trabajadores está tan latente y sigue siendo tan necesaria como
desde los primeros días; alrededor del mundo se siguen cometiendo injusticias y
atropellos contra los generadores de la riqueza.
Irónicamente estas jornadas de lucha y reivindicación
del movimiento obrero mundial que se celebran a lo largo y ancho del planeta,
no se conmemoran en países como Estados Unidos y Canadá, los cuales celebran el
Labor Day (Día del Trabajo) el primer lunes de septiembre; otros países de colonialización británica tampoco
celebran el Día Internacional de los Trabajadores el día primero de mayo: Nueva
Zelanda y Australia.
Diego Rivera |
Pero sin duda, hoy, primero de mayo, seremos una
vez más testigos de la fuerza de este movimiento y de su poder trasformador de
la historia.