1 may 2012

El Día Internacional de los Trabajadores



Liseo González


Miles de banderas, pancartas, megáfonos, consignas y gargantas se preparan para conmemorar un año más el Día Internacional de los Trabajadores. Ciudades a lo largo y ancho del planeta serán inundadas por mares de millones de obreros con una sola consigna: “Más justas condiciones de vida”.

Il quarto stato de Giuseppe Pellizza da Volpedo (1868-1907)
El Primero de Mayo o Día Internacional de los Trabajadores es la fiesta de movimiento obrero mundial. Desde su establecimiento en gran parte de los países por común acuerdo del Congreso Obrero Socialista de la Segunda Internacional (París 1889) es una jornada de lucha reivindicatoria y de homenaje a los Mártires de Chicago (1886) por la lucha que dieron por la jornada de 8 horas.

Este crimen cometido en Chicago en 1886 costó la vida a varios dirigentes sindicales y a muchos trabajadores; no se sabe un número exacto, pero fueron miles los despedidos, detenidos, procesados, heridos de bala o torturados. En su mayoría eran inmigrantes: italianos, españoles, alemanes, irlandeses, rusos, polacos y de otros países eslavos. Pero su sacrificio no fue en vano, porque para finales de mayo del mismo año se logró la jornada de 8 horas para centenares de miles de obreros, y la consecución de este logro marcó un punto de inflexión en el movimiento obrero mundial.

Pero hoy en día, la lucha por la reivindicación de los derechos de los trabajadores está  tan latente y sigue siendo tan necesaria como desde los primeros días; alrededor del mundo se siguen cometiendo injusticias y atropellos contra los generadores de la riqueza.

Irónicamente estas jornadas de lucha y reivindicación del movimiento obrero mundial que se celebran a lo largo y ancho del planeta, no se conmemoran en países como Estados Unidos y Canadá, los cuales celebran el Labor Day (Día del Trabajo) el primer lunes de septiembre; otros  países de colonialización británica tampoco celebran el Día Internacional de los Trabajadores el día primero de mayo: Nueva Zelanda y Australia.

Diego Rivera
Pero sin duda, hoy, primero de mayo, seremos una vez más testigos de la fuerza de este movimiento y de su poder trasformador de la historia.