Por Aníbal Barca
En todos los
medios de comunicación nacional e internacional salió la siguiente noticia: “La
Cámara de Diputados aprobó en lo particular por 351 votos a favor, 85 en contra
y ocho abstenciones la reforma educativa, donde se garantiza la permanencia de
los maestros en el servicio profesional con pleno respeto a los derechos
constitucionales de los trabajadores de la educación”.
El nuevo gobierno federal
encabezado por Enrique Peña Nieto, en un intento por impresionar a propios y
extraños, lanzó la tan sonada Reforma Educativa, como parte de los 13 puntos de
arranque del nuevo régimen, y muchas voces, sobre todo los que se dicen
partidarios de las buenas acciones del gobierno federal, han salido a defender
en todas sus letras, puntos y comas la mencionada reforma educativa, como la
panacea de los últimos 20 años, por lo menos en materia educativa.
Pero veamos rápidamente en
que consiste dicha reforma y si realmente va a lograr su cometido, como se pregona
a los cuatro vientos: mejorar la calidad de la educación, la cobertura, la
pertinencia, y garantizar el trabajo a los docentes.
Primero, se crea el
Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEE) para evaluar la calidad y el
desempeño del sistema educativo nacional, es decir, que se crea otra burocracia
para desde un escritorio decidir los destinos de la educación de este país,
como han sido prácticamente todas las reformas educativas habidas hasta hoy:
1993, 1999, 2006, 2011 y ahora esta, solo por recordar las más recientes.
Segundo, se da palabra a los
padres de familia para opinar sobre el aprendizaje de sus hijos dentro del
aula. Es decir, que no basta con la supervisión del director, jefes de
enseñanza, supervisores y demás burocracia sindical, ahora los maestros deben
dar cuentas de su planeación y avance programático y de si aprende o no tal o cual alumno, a sus padres, con
ello claro está que seguro se pretende un mayor divorcio entre los docentes y
padres de familia, en lugar de fortalecer esta parte del trinomio en la práctica
educativa. En otras palabras, con esta reforma al artículo tercero en su
fracción III se da el recurso legal para que los padres de familia también
fiscalicen la labor docente, asumiendo que ellos (los padres de familia) tienen
conocimientos plenos sobre pedagogía, técnicas de enseñanza y elaboración y
ejecución de planeaciones y secuencias didácticas y las formas de evaluación.
¿Será?
Tercero, se fijarán
criterios de valoración, términos y condiciones de la evaluación obligatoria
para el ingreso, promoción y reconocimiento de los maestros, y se resalta 'la
permanencia en el servicio profesional con el pleno respeto a los derechos
constitucionales de los mentores”. Es
decir, si los maestros no están preparados, pues no podrán seguir ejerciendo,
como si su mala preparación fuese culpa única y exclusivamente de ellos, o si
el que ingresen secretarias, intendentes o amigos y familiares de los altos
jerarcas del SNTE a dar clases y que en mucho contribuyen a la mala educación
de este país, fuese culpa de quienes egresan de las Normales de México. La
reforma no dice nada sobre las plazas que se heredan y los tiempos que se
trafican dentro del sindicato más grande y poderoso de Latinoamérica. Pero eso
sí, la reforma recrudece los mecanismos de control sobre los maestros que si
tienen un compromiso real con su profesión.
"...la reforma recrudece los mecanismos de control sobre los maestros que si tienen un compromiso real con su profesión." |
Cuarto, se habla de crear
mecanismos de gestión educativa, para ello el INEGI hará un censo general para
saber cuántos maestros, alumnos y escuelas hay en todo el país, o sea que todos
los censos anteriores no arrojan esos datos, ¿curioso no? Es inverosímil que el
Estado Mexicano no sepa con detalle cómo está la estructura educativa del país,
y más aún, que no sepa de qué tamaño es el problema del sistema educativo
nacional. Es increíble que no se vea lo que salta a simple vista, un país de
más de 80 millones en pobreza y con los más bajos estándares educativos de
organismos como la OCDE, pero con uno de los gremios magisteriales más ricos y
poderosos del mundo, que controla ingreso y egreso a las normales, asignación
de plazas y permanencia en el sistema educativo.
Visto en los cuatro
anteriores puntos, la reforma educativa, solo es una farsa, que consolida el
control del Estado Mexicano, sobre uno de los pilares en que se finca la
manipulación y preservación de un sistema económico que solo busca que egresen
de las escuelas operadores (obreros) dóciles, manipulables y dispuestos a
defender al propio sistema que los explota y denigra, al grado de hacerles
creer que ahora si la reforma educativa pondrá en cintura a los “malos
maestros” y a su sindicato. Nada más alejado de la realidad. La Reforma
Educativa es solo una farsa más, como todas las reformas que ha habido en la
historia, lo que se requiere es un cambio verdadero en la educación, se
requiere UNA REVOLUCIÓN EDUCATIVA, pero
que solo se puede dar al interior del gremio magisterial, acentuando las
contradicciones internas que ponga de manifiesto que la educación y el
desarrollo tecnológico deben estar al servicio de las mayorías, para mejorar
sus condiciones de vida, que preserve el medio ambiente y cree las
oportunidades de desarrollo pleno y reivindicando el papel preponderante que
tiene el maestro, como líder de ese cambio, como primer rebelde con causa, la
causa de las mayorías.
Lo que nuestro país requiere
es que abran y equipen escuelas donde el desarrollo de la creatividad, del
fomento a las bellas artes, a las actividades artísticas, deportivas, cívicas y
culturales, sea pan de cada día, donde se forme el nuevo hombre con valores
universales que lo hagan más humano y humanizante. Escuelas donde el maestro no
tenga que preocuparse de llenar y llenar formatos y de complacer a los
supervisores, inspectores, jefes de enseñanza y ahora hasta los padres de
familia, y que su modo de vida sea muy digno y gratificante en todos los
sentidos, que se dignifique la labor del maestro y la maestra, y no ser el
chivo expiatorio que al parecer la nueva reforma le quiere conferir.