12 abr 2012

Después del temblor, ¡a ganar votos!


Por Ricardo Flores Ríoblanco

Más de 30 días después del temblor (registrado el  20 de Marzo), habrán pasado  cuando este artículo se publique en Voz Activa, para entonces, las miles de familias Guerrerenses afectadas por dicho temblor, habrán recibido una miserable despensa y materiales de segunda para tratar de reconstruir sus humildes hogares.  

Mientras tanto, será bien conocida y cacareada la “jubilosa” noticia de que los empresarios hoteleros hicieron ganancias a lo grande, durante los días festivos, ganancias que seguramente los señores del dinero no querrán compartir con los afectados por el terremoto, pues, como ya lo anunció el propio Presidente, será el Gobierno Federal quien se encargue del problema.

No creo adjudicarle nada de a gratis al señor presidente, procedo con lógica y sin el más mínimo sentimiento de desprecio hacia el ser humano que es, pero sus acciones e ineptitud para llevar al país hacia el prometido “progreso”, me hacen sentir tan engañado como el resto del pueblo. ¿Por qué no se llevó toda esa ayuda antes del arranque de las campañas presidenciales, las cuales comenzaron el día 30 de marzo?

Calderón asevera  que en su gobierno, la vida de los mexicanos ha mejorado, afirma también, que es gracias a su programa de vivienda como las familias tienen ahora hogares dignos - recordemos el famoso programa de “pisos firmes”- pero todo eso se viene abajo, al ver el número de casa afectadas por el temblor, que  se calculan en  ¡325 mil!

Tener una casa no sólo consiste en tener un piso de cemento, sino toda una variedad de servicios elementales (agua, luz,  drenaje, transporte, etc…), además de una infraestructura realmente resistente (lo más que se pueda en estos casos), cosa realmente posible  gracias a los avances científicos en materia de construcción y a los cada vez más resistentes  materiales, prueba indiscutible de lo que afirmo, es que ningún hotel se desmoronó a causa del temblor, por ello lograron acumular ganancias que se calculan en los 80025 mdp (tan sólo en Guerrero),   durante los días festivos. 

Recordemos a Oaxaca, la cual tiene miles de escuelas afectadas por el temblor, y un número significativo de hogares por igual en condiciones inseguras para ser habitados; sumando los dos estados y teniendo en cuenta que cada uno sufre también de una creciente impaciencia por parte de los gobernados ante demandas sociales incumplidas y la constante agresión de autoridades (Recordemos los asesinatos de dirigentes campesinos en Oaxaca y los  asesinatos de estudiantes en Guerrero), la respuesta presidencial se queda corta.

No estoy en contra de las iniciativas presidenciales, pero si en contra de que las ayudas, además de ser malas y baratas, se hagan a destiempo sin miras a reparar el problema de fondo, la injusta repartición de la riqueza; de los miles de millones que se generan anualmente gracias al turismo,  queda claro que  para el pueblo, sólo las migajas; mientras, poderosos aparentando humanismo, otorgan ayuda en  el  marco de las presidenciales, ¿acaso seria ingenuo pensar que ello se hace con el propósito de obtener votos? Llámenme tal.