Chünte'
Wiñik
Partió
la flor de su dulce habitación
dirigiéndose
ansiosa a conocer,
mientras
los motivos del peregrino
empezaba
a comprender.
Lucíase
en el centro del edén
extendiendo
cada día su fulgor,
tomando
parte de la gran transformación
de sus
hermanos y las flores iba a convencer.
La
flor cumplía con su misión…
en
cada instante se llenaba de valor
luchando
con esplendida admiración
perfumando
al mundo con un tierno amor.
Concentraba
ternura en su corazón
transformando
en astro su fulgor
acercando
cada vez sin contención
el rencuentro
de el peregrino y la flor.