Liseo
González.
“No había alternativa,
teníamos que hacerlo. El deber más elemental y sagrado de cualquier Estado es defenderse y defender a su gente. Nosotros no
hacemos lo que se hace ahora por todas partes, ir a la guerra preventiva.
Ahora, se lucha con inteligencia, con valor, pacíficamente.” Ricardo Alarcón de
Quesada, Presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular de Cuba (ANPP),
refiriéndose a la misión de los cinco cubanos.
Hace unas semanas cumplieron 13 años de injusta encarcelación en
Estados Unidos cinco cubanos, conocidos ahora, como los cinco héroes. Se
encuentran encarcelados desde el 12 de septiembre de 1998 purgando penas
desmesuradas por delitos que no merecen las exageradas sentencias en su contra.
Después de la
sentencia, las penas sumaban cuatro cadenas perpetuas más 77 años de prisión.
Ellos son: Manuel Viramontes
(Gerardo Nordelo Hernández), sentenciado a dos cadenas perpetuas más 15 años;
Luis Medina (Ramón Labañino Salazar), sentenciado a una cadena perpetua más 18
años; Antonio Guerrero Rodríguez, sentenciado a una cadena perpetua más 10
años; Rubén Campa (Fernando González Llort), sentenciado a 19 años; y René
González, sentenciado a 15 años de cárcel. Gracias a la gesta heroica del pueblo
cubano, el equipo legal y la siempre firme y combativa solidaridad
internacional, se logró un proceso de resentencia contra 3 de los 5
antiterroristas cubanos, fueron
condenados Antonio Guerrero a 21 años y diez meses, Ramón Labañino Salazar, a
30 años, y Fernando González Llort a 17 años y nueve meses de prisión. Las
nuevas sentencias, siguen siendo injustas. Fue imposible impedir que los 3
aparecieran en su juicio de re sentencia con sus frentes erguidas, los puños en
alto y una sonrisa de aliento para los amigos que, no solo de Estados Unidos,
acudieron a brindar su apoyo. Han recibido constantes propuestas de
colaboración a cambio de sentencias benévolas pero las han rechazado. Por
primera vez en 11 años la administración norteamericana se vio obligada a
reconocer que no causaron daño alguno a su seguridad nacional. El alegato
de defensa de los 5 fue, en esencia la misma: defender a su pueblo de la muerte.
Hasta el momento han cumplido trece años en las cárceles americanas, sumando un
total de 65 años entre los cinco, ese es el costo que han tenido que pagar por
defender al pueblo cubano de nuevos
ataques terroristas. En realidad su único delito es luchar contra los actos
terroristas contra su pueblo.
Gerardo,
Antonio y Ramón fueron acusados de “conspirar para cometer espionaje”, pero no
de cometerlo. La sentencia original para cada uno de ellos fue cadena perpetua
(pena máxima impuesta a un espía). A Gerardo, cabeza del grupo, le agregaron
una cadena perpetua por “conspirar para cometer asesinato en primer grado”,
esto por un suceso ocurrido el 24 de febrero de 1996, y en el cual, quedó
demostrado que él no había participado, sin embargo, se le mantuvo el cargo.
Fernando y René fueron acusados por ser agentes no registrados y por
falsificación de documentos, pero fueron condenados con dictámenes exagerados.
Cabe recordar
que el imperio durante la guerra fría, utilizó la figura jurídica de
“conspiración para cometer espionaje” con los comunistas y toda aquella gente
que pensara diferente (izquierdistas, sindicalistas, etc.). En el caso de los
cinco cubanos, no se les acusó de haberlo hecho, sino de conspirar para
hacerlo, que no es lo mismo. Hay un delito que ellos reconocen: eran agentes de
Cuba y no se lo habían dicho al gobierno estadounidense, pero si en algún
momento se lo hubieran mencionado no hubieran podido cumplir su misión, que era
detener la ola de ataques terroristas, desatada mucho más ferozmente en los años 90 por grupos
terroristas cubanos exiliados en Miami y mercenarios sudamericanos.
Esta misma
práctica la realiza el mismo gobierno de EU para cuidar la integridad de su
país. El objetivo de los cinco cubanos nunca fue robar información del gobierno
sino informar sobre las actividades de estos grupos terroristas. Desde donde se
vea, esto es una injusticia, ya que están purgando una pena por una falta no
cometida.
Grupos
extremistas del exilio como Hermanos al
Rescate, Alpha 66, la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA), Comando F-4,
entre otros, han sido los principales autores de los atentados contra la isla,
que se recrudecieron en la década de los años 90 y hasta la fecha siguen
libres. Terroristas confesos como: Orlando Bosch, Luis Posada Carriles, Hernán
Ricardo, Freddy Lugo, y compañía, que sin ningún temor aceptan su autoría en
los actos terroristas. Que han dejado como saldo de más de 3,000 personas
muertas y 2,700 más han sido heridas,
sin contar los cuantiosos daños sufridos por los continuos sabotajes económicos.
Aunque muchos
sabrán o habrán escuchado sobre esta injusticia, lamentablemente, hoy, a trece
años, mucha gente lo desconoce. Y el mayor número de gente se encuentra,
precisamente, en el lugar donde se cometió la injusticia, Estados Unidos.
Existe un desinterés casi total por parte de los medios de comunicación en
informar sobre este problema. Los medios se han limitado a informar en lo más
mínimo, cuando no, a desinformar sobre la cuestión. Y no es para menos, ante
semejante injusticia se quiere mantener el problema en conocimiento del menor
número de gente posible.
René fue el
primero en cumplir su sentencia. El pasado 7 de octubre, René Gonzalez
Sehwerert (Por buena conducta salió antes del tiempo castigado) y ahora cumple
una impuesta “libertad” condicionada de 3 años.
Grandes
esfuerzos han sido los que día a día se realizan por parte de órganos del
gobierno cubano, organizaciones sociales y otros grupos a nivel mundial para
buscar la liberación de los cinco héroes cubanos. Se ha buscado en repetidas
ocasiones que se vuelva a revisar el caso y se reconsideren las penas y aunque
ha habido avances en algunos casos, las penas aún siguen siendo desproporcionadas.
Así es como se las gasta la justicia americana.