Ricardo
Flores Ríoblanco
Hugo Chávez Frías. |
El nombre Venezuela se escribe y expulsa al mercado informático
desde las entrañas de las grandes compañías manipuladoras de noticias para
contradecir la voluntad de su pueblo; la elección de un personaje que no tan solo
representa justicia y equidad para la gran mayoría de la población en un país
donde la pobreza ha sido disminuida significativamente, desde que dicho
personaje tomó el poder en 1996. Claro que les hablo de Hugo Chávez Frías.
Una cuarta e
inesperada operación quirúrgica para tratar el cáncer del Presidente Chávez en
Cuba, ha puesto a la gran máquina manipuladora a montar toda una campaña
difamadora contra un hombre, que representa una esperanza a todo el mundo y que
se ha entregado a su pueblo decididamente, como lo hiciera aquel apóstol cubano
José Martí, con todo y su suerte. Este “motivo sobrevenido” como dice la
constitución bolivariana en su artículo 231, impide a Chávez prestar juramento
este 10 de enero, pero se cita en el mismo artículo que se haga frente al Tribunal
Supremo de Justicia (TSJ). La Asamblea General ya avalado la petición del
Presidente para aplazar la ceremonia, y que una vez reestablecido el paciente, se
juramente frente al TSJ. Al no haber un marco determinado de tiempo en el cual
el poder tenga que ser otorgado, o en este caso, reimpuesto por una votación
popular libre y democrática (se habla de más un 60% de votos a favor de
Chávez), la ceremonia se pospone cuando la salud del presidente se lo permita.
Por su parte el TSJ ha tomado la decisión que así sea.
La campaña no
se cansa de comunicar la opinión de expertos oncólogos y directores de centros
contra el cáncer (curiosamente los más de Colombia) que con sus proféticas
palabras y sus “credenciales” profesionales aseguran que al mandatario le queda
poco tiempo de vida, y cuando sale Chávez a desmentir, expertos politólogos de
varios países y cuantos medios de información más los personajes de la derecha
venezolana, acusan al gobierno Bolivariano de mentir y no difundir
completamente la verdadera situación sobre la salud del exmilitar que se ha
ganado un pedazo de corazón, como lo dijera el vicepresidente Nicolás Maduro,
entre los más pobres de Venezuela y aquellos que luchan por un mejor mundo en
cualquier rincón “oscuro” (calificación del imperialismo a los países
subdesarrollados). Las expresiones más dulces de amor hacia un personaje al que
la historia hará eco entre los pueblos de la tierra, se usan como puntas de
lanza, zahiriendo los sentimientos de todo un pueblo y sus deseos de emancipación.
Esperando la pronta recuperación del Comandante Chávez |
Se debe
aplaudir la valiente y firme decisión del Presidente Chávez para recuperarse, y
no pasar por alto su capacidad (aun en
pleno proceso se recuperación), para seguir gobernando a una nación y un pueblo
que se ha entregado con él a la transformación de fondo del sistema económico,
que antes beneficiaba a unos pocos venezolanos y muchos extranjeros. Además que
ha logrado colocar a todo un pueblo en el poder, representado por líderes
auténticos y solidarios que por los recientes eventos, no traicionan, en
primera instancia, la voluntad de su pueblo, y en segunda, la confianza de su
líder.
Se empieza a
cocinar desde la derecha venezolana un macabro plan de contraataque mediático primero, contra la decisión soberana por parte
de la cámara de representantes del pueblo (Asamblea General) y el TSJ, para no
dejar que Chávez asuma el poder una vez recuperándose totalmente de su estado
de salud. Los partidarios del Libre Mercado o Capitalismo, se llenan con
arsenales de lodo las bocas para empezar a lanzar gritos de rabia en contra de
la voluntad del pueblo de Venezuela.
Los contrabolivarianos
saben que el exmilitar aun no es un paciente desahuciado, pero deberían de temer tomar el
poder por la fuerza, pues el pueblo venezolano aún considera su líder al presidente
Chávez, y pacientemente espera, con dolor y todo, a que regrese a cumplirles
sus promesas y dirigirlos para que salgan de pobreza. Tratar de matar esa
esperanza les saldría muy caro a la derecha venezolana, pues la esperanza es lo
único que muere al último, aseguran muchos, y yo lo creo así también. ¡Salud,
comandante Chavez!