17 ene 2012

Irán y el acoso norteamericano.



Liseo Gonzalez

En su reciente visita a algunos países de Latinoamérica (Venezuela, Nicaragua, Cuba y Ecuador) el presidente iraní Mahmud Ahmadineyad, recalcó la necesidad que tiene el mundo de buscar un nuevo orden social, más justo, equitativo y solidario. Y planteó como única alternativa la unidad entre las naciones.

En su visita que inició el pasado lunes 9 de enero en Venezuela; que continuó por Nicaragua, donde asistió a la toma de protesta de Daniel Ortega; siguió por Cuba, en donde tuvo un encuentro con el líder de la revolución cubana Fidel Castro y una mesa de negociación con el Presidente de los Consejos de Estados y de Ministros, Raúl Castro; la gira concluyó el jueves 12 de enero con un encuentro con Rafael Correa, presidente del Ecuador.

En esta gira, Irán logró diversos acuerdos, en materia tecnológica, de cooperación petrolera y de colaboración en general.

El asunto bélico casi ni se tocó durante esta gira, pero actualmente Irán libra una lucha contra los bloqueos y sanciones impuestas por Estados Unidos y algunos países de Europa (Dinamarca, el ejemplo más reciente). La situación política creada en torno a Irán y el riesgo latente de una guerra nuclear nos involucra a todos; la especie humana en su conjunto está siendo amenazada por este delicado asunto.

Recordemos que durante la segunda guerra mundial y en un absurdo y obsesionado intento por ganarla, las potencias mundiales usaron toda clase de armas, incluidas las biológicas y asfixiantes, que después fueron prohibidas. Pero los avances tecnológicos, sumados a la pugna de intereses y las grandes ganancias que deja el mercado de armas, indujeron a la creación de armas más inteligentes, eficaces y destructivas, armas que en cuestión de segundos pueden exterminar poblaciones enteras. La triste prueba de esto, es Hiroshima y Nagasaki (6 y 9 de agosto de 1945) donde bombas nucleares acabaron en un instante con la vida de miles de hombres, mujeres y niños. Y una vez más, es a este grave riesgo al que nos enfrentamos.

A estas alturas de la historia y siendo testigos tantas veces de los métodos y de las ambiciones de las presentes hegemonías, sería muy ingenuo pensar que las intenciones de Estados Unidos, la civilizada Europa y compañía en contra de Irán, se reducen, simplemente, a salvaguardar a la humanidad del “peligro” que esta nación representa para el mundo. Israel, por ejemplo, ha pedido abiertamente la inmediata intervención militar  en contra de Irán. Y se sabe que el propio Israel posee miles de armas nucleares y nadie, absolutamente nadie, mueve un solo dedo para señalarlo y condenarlo, ¿o será que las armas nucleares que posee Israel no representan un peligro latente para la humanidad? 

Desde luego que nada asombra la copiosa e insistente campaña en contra de Irán y su proyecto de enriquecimiento de uranio (que Irán clama, no es con fines nucleares), lo que no deja de asombra es esa cínica tranquilidad con que pasmosamente se exige el desarme de otros países sin exigirse a ellos mismo tal desarme. 

Finalmente, este conflicto nos demuestra la inescrupulosa insistencia de Estados Unidos y compañía, de seguir sometiendo y dominando al mundo (ejemplo reciente, Libia); se siguen negando a ver pueblos soberanos y progresistas, que desean acabar con la tiranía impuesta y salir adelante. Y dejan claro que en esta grave y desenfrenada carrera por someterlos no les importa poner a la humanidad al borde de un precipicio. 

Ante tan grave problema, la unidad y la fraternidad entre los pueblos es y seguirá siendo, la única alternativa para no permitir tan trágico final, y así será.