17 oct 2012

Distante

                                                                             Ortega de la Rosa

Oh, que este viaje se ha tornado muy distante.
Mi corazón suspira alegrías y rosas
cada vez que la traigo a mi mente.

Espero con infinito amor paciente
tocar sus manos hermosas
que me acariciaron desde niño con ese cariño ardiente.

Y volver a mirar sus ojos elocuentes,
cual mirar sutil de una madre esplendorosa,
que lontananza los posa en su luchar consciente.