5 dic 2012

Palestina, un paso adelante.


Liseo González

Hemos despedido el mes de noviembre bombardeados con indignantes imágenes de un pueblo palestino atropellado por la fuerza de un imperialismo rabioso, que no tuvo el menor empacho en usar sus armas contra un pueblo indefenso; sustentando sus argumentos con un discurso hipócrita y falso. “¡En nombre de la lucha contra el terrorismo!” Ya nadie les cree este discurso.

Los atropellos que el pueblo palestino ha sufrido por parte del régimen israelí son escalofriantes. En Gaza estuvieron soportando misiles durante varios días y por muy poco, también una intervención terrestre por parte de la fuerza militares.

Israel, usando sus más refinadas mañas, nos presenta a los palestinos como un pueblo bárbaro y salvaje, al que se le debe someter. Toma el ejemplo más radical, Hamas, para deducir que todos son radicales. Es decir, condena a un pueblo entero a la muerte. Las imágenes no mienten, las bajas que hubo fueron en su mayoría civiles y no los supuestos terroristas.

Pero después de los bombardeos vino el anuncio, el jueves 29 de noviembre, del reconocimiento de Palestina como Estado no miembro de la ONU (contó con el apoyo de 138 estados), a lo que Israel reaccionó colérico tomando medidas económicas buscando dañar la débil economía palestina y al pueblo en general. Algo que ya han hecho en otras ocasiones, como hace un año, cuando el gobierno palestino buscó ser reconocido como Estado por la UNESCO, cosa que logró.

El enojo del gobierno de Israel y de los Estados Unidos es que, supuestamente, ahora reconocida Palestina como Estado no miembro de la ONU, no ayuda a las pláticas de paz entre los dos países, pues, hay otras fuerzas que pueden intervenir. Un argumento absurdo tomando en cuenta los sucesos ocurridos en la Franja de Gaza las semanas pasadas. Muy pocos les creen sus mentiras. Sobre todo porque esas formas negociadoras ya se han agotado y ahora se tiene que seguir buscando la soberanía y la paz con otros recursos.

Al mismo tiempo, el supuesto compromiso de paz de Israel se contradice con la expansión e invasión de sus asentamientos hacia territorio palestino. Y ese muro, que es como una gran bofetada de concreto, y que da muestra de una política cerrada y poco viable para traer la paz a estos países. No se necesita ser un genio de la política internacional para darse cuenta de este absurdo. Esto que estoy diciendo no es una acusación a todo el pueblo israelí sino a la fracción reaccionaria y a los miembros ultranacionalistas que se sienten demócratas intachables y que gobiernan ese país.

Y ahí vemos a los soldados israelís matando inocentes. “Combatiendo radicales”. Atacando con una desmedida ferocidad  mucho peor de la que dicen combatir. Pero, tal parece que el reloj israelí se ha detenido. Siguen pensando que nadie va a abrir la boca para condenar sus brutales actos y que todo seguirá quedando en la impunidad. El pueblo palestino ha dado un gran paso logrando el reconocimiento ante el organismo internacional, pero es tan solo un paso más. Y no debe dejar de exigir su derecho inalienable a la paz y felicidad, derecho, por cierto, inalienable de la condición humana.