6 dic 2011

¡Cambio! Como cada 6 años



Por Dédalo de la Fuente

Remontándonos a los hechos actuales, haciendo un análisis riguroso de los acontecimientos en los últimos días, y sin dejar pasar por alto las próximas elecciones, a simple vista podemos notar que los candidatos y precandidatos a la presidencia de la República Mexicana no han hecho un esfuerzo por analizar realmente la situación que atraviesa el país, mostrándonos nuevamente los mismos planteamientos (viejos y trillados) pero con distintas palabras y que al final de cuentas es lo más preocupante. Veamos porqué:  

Tanto Andrés Manuel López Obrador, Enrique Peña Nieto y los Tres Mosqueteros del Partido Acción Nacional, se han empeñado en manifestar en sus discursos políticos: “México necesita un cambio urgente, que lleve a la nación a la prosperidad (¿?)”, “se necesita una política que pueda combatir a la delincuencia organizada”, y sobretodo, “se necesita un organismo imparcial que juegue un buen papel en la próximas elecciones”. ¿De qué cambio hablan nuestros estimados candidatos  a jefe de la nación? ¿Qué política es la que plantean para el supuesto combate contra la delincuencia organizada? ¿Cuál es ese organismo imparcial que refieren?

Enrique Peña Nieto candidato priista. 

Cuando hablamos de cambio, en estricto sentido de la palabra, es el paso de una forma a otra, ejemplo: los materiales que se oxidan con el paso del tiempo han cambiado su forma. Pero es también el paso de un estado a otro. Ejemplo el ser vivo: nace, crece y muere. Es un cambio. Analizando de esta manera las cosas podemos darnos cuenta de que el cambio del que hablan (nuestros precandidatos, porque aún no han empezado las campañas oficiales), no es más que un cambio que solamente se queda en palabras. Cuando hablan de cambio se refieren solo al cambio de poder, cambios de representantes pero no hablan de un cambio profundo de la sociedad en su conjunto. No hablan de una transición.

La cuadrilla del PAN.

El tema de la delincuencia organizada es un tema, que por lo menos en estos últimos 5 años ha estado en boga. Lo cierto es que en ese lapso de tiempo, los partidos de nuestros estimados candidatos (junto con sus presidentes) no han hecho más que juzgar los errores cometidos por la actual administración presidencial (hago la aclaración de que no estoy a favor de la política que se ha ejercido ante el crimen organizado). Las propuestas nuevas no van más allá de caer en lo mismo: más inversión a la policía para acabar con el narcotráfico y la delincuencia organizada (¿?).

Andres Manuel Lopez Obrador.

El IFE (Instituto Federal Electoral) por su parte tendrá una gran responsabilidad en los comicios venideros. Hasta la fecha ha desempeñado un buen papel (puesto que las distintas ramas del estado solo son un administrador de la clase en el poder). De esta manera podremos esperar apagones, malos cómputos e incluso otro  robo y un nuevo presidente legítimo.

Por lo tanto, podemos llegar a la conclusión que a estas alturas de la vida, el pueblo mexicano no necesita de discursos modificados y trillados, ni mucho menos que lo sigan exprimiendo para mantener a la burocracia judicial de la nación. El pueblo mexicano ha empezado a comprender que México requiere de un “cambio profundo” y cuando decimos cambio, nos referimos al “cambio a una nueva sociedad”, al desarrollo del pueblo mexicano para una verdadera transición a una sociedad más justa y equitativa. Y para eso se necesita un partido auténtico de la clase trabajadora, un partido cuyos representantes sean consecuentes  con el decir y el actuar, que sean auténticos tribunos populares cuyo único objetivo sea instaurar esa nueva sociedad que tanto deseamos.  El pueblo mexicano ya no tiene nada que perder, pues como dijera Karl Marx: "Los trabajadores no tienen nada que perder, salvo sus cadenas." ¡Y estamos dispuestos a perderlas!