8 feb 2012

Más leyes y menos justicia para los pobres


Por: Ricardo Flores Rioblanco


El pasado 5 de febrero, se celebró en Querétaro la conmemoración  del  XCV aniversario de la Constitución Política Mexicana, promulgada en 1917. Logro del pueblo mexicano tras luchar en una sangrienta revolución; las leyes más revolucionarias de la constitución del 17, fueron  sus principales reclamos y causas de lucha. 

Se sabe que Venustiano Carranza no era tan radical en sus ideas, en el fondo, era un defensor de los hacendados, de donde provenía. Por ejemplo, Carranza luchó abiertamente contra los convencionistas durante la Convención de Aguascalientes de 1914, en la cual, el pueblo representado principalmente por Francisco Villa y Emiliano Zapata, pedía el reparto de las tierras y reformas sociales que permitiesen el desarrollo social. Una vez tomada la capital del  país por las fuerzas villitas y zapatistas, y ante el auge que tomaba la lucha armada, Carranza se vio obligado a actuar contra su convicción realizando reformas agrarias, al mismo tiempo que realizaba un pacto con la Casa Mundial del Obrero, de esta manera Carranza obtuvo la fuerza necesaria para hacer frente a los ejércitos revolucionarios y arrebatar banderas a los mismos.       

Fueron las necesidades más sentidas del pueblo pobre las que hicieron posible que de la revolución emanasen leyes como la educación gratuita, el derecho a una vivienda digna, el derecho a realizar asambleas o manifestarse libremente ante las autoridades en caso de descontento, entre otras.  Después vino la reforma más importante de nuestra historia postrevolucionaria, que fue la nacionalización del petróleo. 

Y ahora, la clase política mexicana quiere reformar nuestra constitución, sin tomar en cuenta que esa no es la principal necesidad ni reclamo del pueblo mexicano, y se abstienen de darlo a conocer a los trabajadores, vía una campaña mediática sin precedentes en nuestra historia.

Es ahí donde la mano de los poderos se torna oscura y no deja de lado sus filosas garras; se nos repite por parte del Presidente que es necesario ser más competitivos para así crear más empleos; que tenemos que abrir “más” nuestro sector energético al capital extranjero; se sabe de las intenciones de monopolización de las telecomunicaciones por parte de grandes empresas;  que tenemos y debemos crear más leyes para corregir la situación de inseguridad, y así, una reforma tras otra.

El gran ausente en la conmemoración de la Constitución de 1917, fue el pueblo mexicano. Los únicos beneficiados por las reformas, en caso de que se realicen, serán los poderosos y al que menos se consulta es a los pobres. Aquellos que juraron defender la constitución y la violan, deberían estar sometidos a juicio. Nos hace falta que un verdadero representante de las mayorías legisle las leyes que realmente necesita el pueblo para progresar.
Cámara de diputados.

Los partidos políticos y sus representantes deben advertir la situación, deben de saber que si no hacen validas las leyes que más conciernen al pueblo, este se alzará. Es necesario hacer valer los artículos que estipulan y dan por derecho un desarrollo social para que el pueblo viva dignamente,  se eduque con calidad superior a la actual y gratuitamente, reciba salarios dignos, perciba los ingresos que se obtienen del petróleo y demás materias primas (vía infraestructura y desarrollo en las comunidades), de lo contrario, se seguirán haciendo más leyes, pero menos justicia para los pobres, algo muy peligroso para los mexicanos.