Cayó
el último rayo de sol
y
tú estabas a mi lado
contemplando
ese gran
evento
cultural
que
ofrecían a la multitud en general
La
primera estrella
se
posó sobre nosotros
volviste
el rostro hacia mi
y
me encontré con
tus
suaves labios
Era
tan exquisito
el
sabor de tu boca
que
no le pedía nada
al néctar de los dioses