13 mar 2012

Cuando no es como debería ser.


 Por Dédalo de la Fuente

El periodismo se puede definir como la actividad profesional encargada de difundir información a través de los medios masivos de comunicación. En consecuencia, el periodista tiene ciertos derechos de informar a la sociedad pero también tiene obligaciones con la misma. Hablo de la ética periodística.

De acuerdo con los grandes redactores, en este sentido por “Ética periodística” podemos entender el pensamiento y la manera de actuar, dentro de la moral, de adhesión a la verdad, a la equidad y al respeto por la dignidad humana en la sociedad. En los medios de comunicación (pero ante todo, en los defensores de la verdad) debe existir honestidad al tratar cualquier tema por mínima o mucha importancia que este contenga, debido a que son ellos los que trasmiten valores, pensamientos, creencias u opiniones  a toda la sociedad en su conjunto.

 
En este sentido, llama la atención el periodismo de nuestro país. Si partimos del echo de que un periodista tiene que apegarse a todas las reglas que rigen su profesión, podemos declarar a ciencia cierta que en México, son muy pocos los periodistas que defienden  la verdad.

Basta un solo ejemplo: Denise Maerker Salmón en su programa de noticas “Punto de partida, dio a conocer dos reportajes relacionados con la organización social Antorcha Campesina y el municipio de Texcoco (No es mi intención defender a dicha organización pues sé que tienen muy buenos escritores y periodistas que seguramente ya se encargaron de ello). El punto de partida es la falta de honestidad con que la conductora y los reporteros tratan el tema. Los datos que mencionan en más de una ocasión son inverosímiles por falta de pruebas, ejemplo: se les califica de invasores pero los reporteros no demuestran porque son invasores, solo utilizan la palabra invasores porque quedaba bien en el reportaje (¿?).

¿Punto de partida?

A mi parecer, a muchos mercenarios de la información se les olvido o no saben que la tarea más apremiante del periodista es la de dar una información verídica y auténtica por la adhesión honesta a la realidad objetiva, dejando de lado la imaginación y los dédalos de conjeturas. Por lo tanto el periodista  se debe fundamentalmente al pueblo y es el pueblo quien tiene  derecho a recibir información verídica, oportuna e integral a través de los medios de comunicación.

Como en mi país las cosas andan mal, debemos tomar en cuenta que el contenido de los mensajes que a diario nos llegan se encuentra al servicio de quienes poseen el poder político y económico. De esta forma, la versión del mundo que los medios de comunicación nos muestren, será a fin de colaborar en subordinación con los dueños del capital y los medios de producción. Es posible ver en los mensajes mediáticos que ha diario nos trasmiten, una interpretación irreal del mundo y siempre maquillada, debido a que esto les sirve como instrumento de manipulación, y al sostenimiento de una sociedad en decadencia.