Chünte' Wiñik
El peregrino llegó al corazón
de la gran nación conquistador,
abriendo horizontes del futuro
para el mundo entero y la bella flor.
Pasaba el tiempo con firme abnegación
sembrando luces del nuevo amanecer.
Desvanecía así de su corazón
la antigua luz que vio resplandecer.
El peregrino perdió la noción…
De sus recuerdos se esfumó su color,
sin versos, poemas, ni canción
que alimente el alma de la tierna flor.
Así murió la antigua dulce ilusión.
El mundo comenzaba a oscurecer
gestando tormentosa desilusión
de la gran nación conquistador,
abriendo horizontes del futuro
para el mundo entero y la bella flor.
Pasaba el tiempo con firme abnegación
sembrando luces del nuevo amanecer.
Desvanecía así de su corazón
la antigua luz que vio resplandecer.
El peregrino perdió la noción…
De sus recuerdos se esfumó su color,
sin versos, poemas, ni canción
que alimente el alma de la tierna flor.
Así murió la antigua dulce ilusión.
El mundo comenzaba a oscurecer
gestando tormentosa desilusión
por la ausencia del peregrino de la flor.