Dafne Martínez
“La situación en la que se encuentra
México exige que las y los jóvenes tomemos el presente en nuestras manos, es
momento de que luchemos por un cambio en nuestro país, es momento de que
pugnemos por un México más libre, más próspero y más justo.”
Fueron las palabras que se pronunciaron enérgicamente ante una multitud de
jóvenes estudiantes el día 23 de mayo de 2012. Ha pasado un año desde la
formación del entonces llamado movimiento “#YoSoy132”. Pero hagamos un poco de
memoria “por el largo tiempo que ha transcurrido”.
Hemos de
recordar que dicho movimiento tuvo su mayor actuación el 11 de mayo de 2012 en la
Universidad Iberoamericana. En aquel día los estudiantes manifestaron el
rechazo al entonces candidato Enrique Peña Nieto. ¿Cuáles fueron las
causas? La supuesta actitud represiva del entonces gobernador del Estado de México y su
candidatura promovida por los grandes monopolios de la comunicación.
Una de las
acciones más destacadas de este movimiento fue la concentración de más de 5000
estudiantes en la famosa “Estela de luz”. En dicha concentración expusieron su
testamento de vida. Pocos días después realizaron algunas asambleas en las islas
de la UNAM.
Más de alguno
podría pensar que soy injusto al reducir todos los actos del “#YoSoy132” a los arriba citados. Sin embargo, no intento
hacer una biografía del movimiento, pero me guiaré en otra dirección tomando de
base este movimiento estudiantil para explicar algunas cuestiones que a la
nación competen.
La llegada de Enrique
Peña Nieto a la presidencia de la república, determinó que para el avance de la
nación, era necesario generar varias reformas y modificaciones a las leyes ya
existentes: “Tenemos que seguir trabajando en la construcción de los acuerdos y
que ahora urge que podamos atender y cumplir para dar paso a reformas estructurales
que el país necesita” (EPN). Surge por lo tanto la reforma laboral, la reforma
energética, la reforma a la educación y la tan esperada reforma a
telecomunicaciones.
A simple vista
pareciera que todas las reformas propuestas beneficiarían a todos los sectores
de la población, sin embargo es necesario hacer algunas aclaraciones. Reforma
educativa: calidad e idoneidad. Todos sabemos que es necesaria una educación de
calidad. Idóneo (que es adecuado, apto, capaz): esto quiere decir que el
personal que educará a los educandos tiene que ser idóneo. Y para ello se creó
el Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEE), dicho instituto estará
facultado para calificar quién es idóneo para educar. Tomemos otro ejemplo: La reforma a
telecomunicaciones. Uno de los planteamientos de esta reforma es que se abrirán
dos canales de televisión para ofrecer una mayor competencia y a la vez
garantizar el bien social.
¿Qué tienen que
ver las reformas mencionadas con el movimiento #YoSoy132? La verdad es que
nada, pero es necesario mencionarlas porqué, se ha cumplido un año de que se
formara este movimiento casi extinto, y cuyas demandas eran defender a la
comunidad estudiantil y hacer más parciales a los medios de comunicación. Todo
hombre que llegue a descifrar la verdad de los acontecimientos sociales, está
obligado a hacerla llegar a los que aún no pueden ver la luz por la oscuridad a la que han sido sometidos.
Y me refiero a que la reforma educativa simplemente ocasionará un lastre más a
la nación, dado que no se necesitan crear más instituciones que garanticen la Idoneidad
de los educadores, lo que se necesita es invertir en infraestructura y en
mejores salarios para los profesores. La reforma a telecomunicaciones se dice
beneficiará a los mexicanos. En el artículo “Reflexiones a la reforma a las
telecomunicaciones”, El Doctor en economía Brasil Acosta Peña explica cómo esta
reforma no beneficia en nada a los mexicanos, pues la adquisición de cámaras de
filmación y satélites (entre otras cosas) van más allá del alcance de un
mexicano de clase pobre o media.
El movimiento
#YoSoy132 dejó una gran deuda con el pueblo mexicano y a su vez, nos volvió a
recordar que México necesita activar al estudiantado nacional, hacerlo
participe de los problemas que aquejan a la nación. ¿Acaso las dos reformas
mencionadas no afectan a los estudiantes y sobre todo al movimiento mencionado?
Los días venideros exigen un movimiento estudiantil vigoroso, capaz y auténtico, que
eduque a todos los sectores de la clase menesterosa, es por ello que el
estudiantado por su condición de sabedor y generador constante de ideas, está
obligado a llevar la ciencia del proletariado a todos los proletarios. Si los
estudiantes siguen eludiendo esta verdad, estaremos repitiendo una vez más las
viejas lecciones que la historia se ha encargado de crear para nosotros.
La realidad nos
ha azotado una vez más y nos dice que no basta con arder como llamarada de
petate en medio de la oscuridad y decretarse salvadores del futuro, lo que se
necesita, es una buena lumbrera que guie a la nación, sin jugar al movimiento
estudiantil pre-electorero. Descanse en paz.