4 abr 2013

Venezuela: la batalla por la presidencia.

Hilda García

A menos de un mes de la muerte del presidente Hugo Chávez y a casi seis meses de la última contienda electoral, Venezuela se sumerge desde el martes 2 de abril en una nueva campaña electoral dominada por la presencia del fallecido gobernante. La fecha de las elecciones está programada para el próximo domingo 14 de abril.

Capriles, lado izquierdo. Maduro, lado derecho.
Las campañas por la presidencia comenzaron oficialmente el pasado martes, aunque en la práctica habían comenzado desde que se propuso que hubiera elecciones.

En el caso del candidato oficialista, Nicolás Maduro Moros, inició su campaña en Barinas, tierra natal del Máximo líder de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez. Maduro tiene planeado recorrer el territorio venezolano exhortando a las fuerzas bolivarianas a votar por el proyecto de país expresado en el Plan Socialista de la Nación 2013-2019 y para cumplir el legado que le ha dejado el comandante.

Nicolás Maduro, de 50 años, es el presidente en funciones y candidato de la patria, como lo denominan sus seguidores. Se trata de un político que proviene de las capas sociales más bajas. Cursó sus estudios en una escuela municipal corriente y carece de una formación universitaria. En los años 90 trabajó como conductor en el Metro de Caracas, donde más tarde se convirtió en director sindical. La conocida política y abogada  Cilia Flores (compañera sentimental de Maduro), fue quien lo presentó al futuro líder de la revolución bolivariana.  
 
                                             Campaña de Nicolás Maduro


Maduro es uno de los creadores del Movimiento Quinta República (MVR), que contribuyó en gran medida a la victoria de Hugo Chávez en las elecciones a jefe de Estado en diciembre de 1998. Desde entonces estos dos políticos se fueron acercando constantemente. En 1999 Maduro fue elegido diputado de la Asamblea Constituyente, un órgano que redactó una Constitución nueva según la cual el país pasaba a llamarse República Bolivariana de Venezuela, y se extendió el plazo de la legislatura de 5 a 6 años. Además, el presidente adquiría el derecho de presentarse como candidato para una segunda legislatura inmediatamente después de finalizar su mandato. Maduro también tomó parte en el proceso de creación del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), donde es uno de sus máximos dirigentes.

Su programa es sencillo y comprensible para las capas más bajas, que se han visto favorecidas con importantes programas sociales, así como alimentos a precios fijos, entre otros beneficios. Nicolás Maduro, nombrado sucesor de Chávez, ha prometido continuar esta política y profundizar en ella. Es evidente que no tiene el carisma del comandante, pero ya ha ganado puntos después de su emotivo discurso durante la ceremonia de despedida del comandante.

Por su parte la oposición, que reúne a un amplio espectro de fuerzas distintas agrupadas (32 organizaciones políticas) en el marco del partido "Mesa de la Unidad Democrática”, volverá a lanzar a Henrique Capriles Rodonski, de 40 años, un hombre con experiencia de combate electoral y actual gobernador del estado Miranda, segundo estado venezolano con mayor densidad de población (poco más de tres millones de habitantes). 

Capriles, abogado de profesión, comenzó temprano en la política. Tras graduarse con honores en la facultad de Derecho de la Universidad Central de Venezuela, ingresó en una organización de juventudes católicas, y más tarde en el Partido Social Cristiano.

El equipo del candidato de la derecha, ha optado esta vez por usar un discurso más popular y hasta un tanto similar al usado por el comandante Hugo Chávez. A sus discursos les ha dado un toque mucho más popular y “bolivariano”. Aunque haya mucho de contradicción en esta “bolivarización”, pues se sabe que Capriles durante el Golpe de Estado de abril del 2012 intentó borrar la imagen de El Libertador descolgando el cuadro de Miraflores y eliminando “Bolivariana” del nombre de la República.
 
                                           Campaña de Capriles
En realidad, Capriles es la apuesta de la elite económica venezolana y su clase política, que han visto el sistema político imperante desmoronarse ante sus ojos y buscan con figuras jóvenes de su propia estirpe una posible salvación a mediano plazo que se traduzca en su regreso al poder. Se sabe que en el supuesto caso de que la burguesía llegara al poder, eliminaría de un plumazo los planes sociales impulsados por el actual gobierno, como la Gran Misión Vivienda Venezuela y la Misión Barrio Adentro, pues en sistemas capitalistas no son rentables la construcción de casas a bajo costo ni la salud gratuita para el pueblo.

Este catorce de abril, las dudas se despejarán. ¿Logrará ganar la apuesta de la derecha con su intento de bolivarizarse o el proyecto oficialista de Nicolás Maduro y su propuesta de continuar con la revolución bolivariana? La batalla solo acaba de empezar, aunque todo parece indicar que, a menos ocurra un imprevisto, ya sabemos quién será el nuevo jefe del Estado.