31 oct 2012

El triunfo es del pueblo.

Liseo González

Sin duda, el triunfo del presidente Hugo Chávez Frías en las pasadas elecciones venezolanas dejó atónitos a muchos, pero a la gran mayoría, no tanto, pues, desde antes de las elecciones las encuestas dejaban ver otra cosa. Aun y con la gran ventaja que mantuvo Chávez durante toda la campaña, el presidente nunca dejó de recordar  a sus seguidores que no debían confiarse y que tenían que mantenerse alerta en todo momento. Finalmente el anunciado triunfo llegó y con él la oportunidad de seguir construyendo el gran Proyecto Bolivariano.

Ante el triunfo de la marea roja, el candidato opositor, Henrique Capriles Rodoski, salió a aceptar su derrota y a pedir que se respetaran los resultados, algo que, sin duda, dejó un sabor amargo entre sus seguidores y financiadores nacionales y extranjeros.

En esta ocasión Chávez logró algo más que vencer a la oposición, logró hacer más fuerte la unidad  de Venezuela y hacer más grandes sus lazos con muchos de los países de Latinoamérica. Los retos que ahora se le presentan al relecto presidente son muchos: mantener y hacer más solida la unidad latinoamericana; continuar con los apoyos petroleros a países pequeños; asegurarse de que la riqueza venezolana siga llegando a las capaz mas desprotegidas, y sobre todo,  seguir siendo ese ejemplo de gobierno progresista y desafiante ante los embates de las reacias clases conservadores que se obstinan en recuperar el poder para mantener sus riquezas personales en detrimento de las mayorías.

Hoy la chispa bolivariana brilla con todas sus fuerzas, prometiendo extenderse a muchos países más. Y mientras el pueblo mande, así seguirá siendo.