31 oct 2012

Momentum

Aldonza Hudson

Apresuradamente como olas en escape se anidaban en mí.
Dentro, mi corazón sentía el mundo en un instante.

Yo había recorrido el universo y, quizás, fue en esa mirada fugaz
donde el amor tomaba de la mano a la melancolía.

Con las hermanas angustias perseguidas de esperanzas que,
preñadas de un futuro rebelde, jovial, añejado de historia,
de cambio y revolución  gritaban sin cesar.

Sí, aún recuerdo las brasas de ese aliento:
abrazan, queman, funden, forjan.

Esa noche es mi testigo y las estrellas fieles brillan.
El aire nos cobija y la luna sonríe.

El tiempo guarda ese momento;
juntos lloramos y  gritamos.

¡Oh! esa mirada fugaz
envuelta en ese vestido verde,
que desciende al compás del sonoro canto
y que secuestrando mi alma,
ha leído el alma de este pobre poeta.


El Meztizo. Oswaldo Guayasamin