24 ene 2013

Eres la luz


M. González
Prometeo robando el fuego a los dioses.
Eres la luz que ilumina los senderos.
Aquella que deja huella tras su paso;
con tu fulgor haces renacer aquella flor
que caminaba a prisa hacia su ocaso.

Eres tan poderosa como el fuego.
Tan humilde como tú misma
y más brillante que las estrellas.

Te extiendes a prisa por la tierra.
Haces que las aves emprendan su vuelo nuevamente,
reconstruyendo las hazañas del pasado,
 levantando las propuestas del ayer

Tu luz hace encender aquellas velas,
que por mucho tiempo el soplar del viento
con su fuerza sofocó.

Apagas el silencio,
haces escuchar el cantó de las aves
como un coro entrelazan su cantar.
Y le esparcen al mundo la verdad.

Fuertes vientos son los que hay que soportar.
Golpes y tentaciones que esquivar,
¡Oh! ¿Cuantos en el camino perecieron?
Pero a muchos las alas les empiezan a brotar.

Fuiste, eres y serás gran antorcha
que al hombre iluminas  hasta el más recóndito lugar.
Aunque muchos,  te intenten apagar.