10 ene 2013

NUEVO AÑO SOMBRÍO


Tomado del muro de Omar Carreón Abud

Mal empieza la semana al que ahorcan en lunes. Mal empezamos el año con los nuevos salarios mínimos anunciados con prisa antes de la fecha en la que se anunciaban en años anteriores. La noticia para los trabajadores es que ahora ganarán un salario mínimo 2 pesos con 43 centavos más elevado que el salario que ganaban el año que terminó. El porcentaje de aumento llegó al 3.9, cantidad que es exactamente igual al crecimiento de la economía que ha sido pronosticado por la ONU para este 2013; es inferior al 4.2 por ciento que fue el aumento que se autorizó para el 2012 y, es inferior, al 4 por ciento que era -¡sorpréndase usted!- la propuesta inicial de las organizaciones empresariales del país. Mal empezamos, pues, el año, ya que para nadie es desconocido que independientemente de lo que se declare acerca de la “amplía libertad para negociar entre las partes” o de “considerar la productividad”, es el aumento al salario mínimo el que marca la pauta para todos los aumentos en todas las empresas del país durante todo el año.

Pero no se espante con eso, falta todavía más. La ONU calcula que durante este 2013 la economía mundial seguirá desacelerándose y que los peligros de una nueva recesión no han desaparecido. Eso lo dice en su informe Situación económica mundial y perspectivas 2013 y especifica que, entre otras, las causas de esta desaceleración se encuentran en los severos ajustes fiscales que se ha visto obligado a operar Estados Unidos ante su gigantesco déficit, país que este año sólo crecerá a una tasa de 1.7%; la crisis europea y, también es causa, una importante desaceleración de la economía china. Para cualquier proyección del futuro económico, es necesario tomar en cuenta que Estados Unidos y Europa van a necesitar, en el mejor de los casos, al menos otros cinco años para compensar la pérdida de empleos ocasionada por la crisis de 2008-2009. Ahora bien, este informe de la ONU prevé para México, como ya dije, un modesto crecimiento de apenas el 3.9 por ciento para este 2013 y un 3.8 por ciento para 2014, como consecuencia de que sus exportaciones a los países en crisis se han visto reducidas. Nada que haga abrigar esperanzas de una mejora en la calidad de vida de los mexicanos.

¿Y qué más? Proliferan las noticias de empresas corruptas que no se ciñen a la teoría analgésica de la libre empresa y la libre concurrencia para obtener sus ganancias fabulosas, sino que, además de su enorme tamaño, ponen en la balanza el uso de ingentes recursos para corromper autoridades. Apenas se ha sabido que Wal-Mart, el coloso de las ventas al menudeo que tiene 10 mil 400 tiendas en 27 países y para la cual trabajan 2 millones 200 mil empleados, ha estado dando mordidas a funcionarios mexicanos para que le faciliten los trámites y le permitan operar. Según un reportaje publicado por el diario New York Times, la empresa pagó sobornos en México para que la dejaran abrir por lo menos 19 tiendas. Wal-Mart respondió oficialmente en días pasados, declarando que esos hechos ocurrieron entre 2003 y 2004; entonces era su jefe de operaciones internacionales Michael Duke, quien ahora es el presidente y el ejecutivo en jefe de la empresa, pero falta todavía saber quiénes fueron los funcionarios que recibieron los sobornos que pagó la empresa comercial más grande del mundo. ¿Alguna intendente? ¿algún velador? ¿Sería un simple chofer? ¿Se sabrá algún día la verdad?

Otra noticia de corrupción en grande que ha corrido por el mundo es la que señala que el prestigiadísimo banco suizo UBS ha tenido que llegar a acuerdos de pagos multimillonarios a manera de indemnizaciones, es decir, ha aceptado su culpa, por la manipulación mundial de la tasa de interés Libor. Para los efectos de este modesto trabajo, baste decir que la tasa Libor es una tasa de interés de, digamos así, peso mundial, que señala los intereses que deberán cobrar los bancos en todos sus préstamos. Pues bien, la noticia de la manipulación de la tasa Libor por parte del banco UBS, demuestra que la mentada oferta y demanda de dinero que establecía las tasas bancarias de interés, no existió y que sólo se trató de la manipulación de viles truhanes que decidían, en la intimidad de sus oficinas, los intereses que debían pagar por sus créditos millones de empresas y personas en todo el mundo. El respetable capital financiero en cueros.

Pero no se crea que a todos les va a ir mal en este 2013, no hay porque ser tan pesimista. Según todas las predicciones, a los más ricos del planeta, es decir a los dueños de las grandes empresas e instituciones financieras, les va a seguir yendo como hasta ahora: muy bien; en medio de la severísima crisis, de la que todavía el mundo entero no sale y ha resultado ser la más grande en toda la historia del modo de producción capitalista, los más grandes patrones, aumentaron sus ganancias a una tasa anual de casi el 10 por ciento. Nada mal si tomamos en cuenta que cientos de millones de seres humanos cayeron en la pobreza y en la miseria en estos mismos años. Un estudio, elaborado por Merrill Lynch-Capgemini indica que 10.9 millones de personas, es decir el 0.15 por ciento de la población mundial que se calcula en 7 mil millones, reúne una fortuna que asciende a 39 veces el producto interno bruto (PIB) de México y que en los años que vienen seguirá medrando sin pausa.

¿Y a los patrones de México? Desgraciadamente no tengo a la mano datos de sus utilidades, pero sí los tengo de lo que han sacado del país en los últimos años, información que puede dar una idea aproximada acerca de si con la crisis les está yendo mal o bien. Veamos: en el sexenio de Felipe Calderón, los patrones mexicanos transfirieron al extranjero, ya sea a cuentas bancarias o a inversiones directas, según información del Banco de México, 111 mil 38.9 millones de dólares, cantidad que supera en 70 por ciento al saldo de las nuevas inversiones extranjeras que llegaron a México en el mismo período y, para mayor ilustración, debe agregarse que desde hace muchas décadas no se había transferido el extranjero tal cantidad de recursos.

Así de que no para todos será un año nuevo sombrío. No. Mientras los grandes ricachos se hartarán de ganar dinero que nunca podrán gastar en bienes de consumo propio, la inmensa masa del mundo seguirá muriéndose de hambre. Hoy, pues, cobra más necesidad y más eficacia que nunca, el llamado fraterno y apasionado de los antorchistas a todos los mexicanos que sobreviven con su trabajo: “¡Organízate y lucha!”.