20 feb 2013

Chávez y Correa, triunfos de dos pueblos en busca de un futuro común.


Ricardo Flores Ríoblanco

Desde las entrañas de Cuba, el mismo Fidel Castro rompió el silencio para dar a conocer con singular manera, que un gigante latinoamericano como lo es el pueblo de Venezuela, tenía ya a su presidente de vuelta, Hugo Chávez.

Un día antes, el 17 de febrero, el pueblo de Ecuador libraba una batalla histórica; no tan sólo por su voluntad reeligió presidente, sino que amasó fuerzas y ganó terreno históricamente hablando. La victoria de Rafael Correa es ahora un hecho sin precedentes en el país bananero, pues con ello es el líder que ante todo, ha hecho más por su patria y los pobres que habitan en ella y al mismo tiempo se  vuelve el mandatario con más reelecciones ganadas hasta ahora en Ecuador.

Ambos sucesos fueron  triturados y puestos en mortaja por poderosísimas y “prestigiadas” compañías informativas. Desde Venezuela, las voces internas que van como puños a la cara del pueblo, pedían, exigían que se presentase ante el público el mandatario Hugo Chávez, ya que, según ellos, gobernaba ya desde ultratumba. Pero el pueblo, en un acto de amor al ser humano, se aferró a su Presidente, a la vida de este y con ello, a la idea de que sobreviviría del cáncer para retornar a regir como a ellos les gusta, con justicia. 

Las palabras de Correa en tiempos delicados, revelan la unión de humanismo y política. Encerrando en sus declaraciones un profundo entendimiento sobre la supervivencia de ambas revoluciones que se desenvuelven en ambos países, y la dependencia que se deben una de otra, además de la dependencia de cada gobierno: "… teníamos ya un amplio recorrido en la Amazonía, estamos en elecciones… Así que con el dolor del alma no he podido asistir, está nuestro canciller allá, pero vaya todo nuestro respaldo frontal en lo humano al presidente (Hugo) Chávez, y en lo político, hablemos claro, a la Revolución Bolivariana de Venezuela".

La ética por delante en ambos aspectos. Es esa consecuencia por la que el pueblo ecuatoriano le ha legado el poder cuatro años más. ¿Qué es lo que dice la oposición franqueada desde los despachos informáticos? Que será durante estos cuatro años donde Correa cambiará las leyes para prolongar su estancia en la presidencia, cuando en realidad la lucha va por hacer los cambios en el modelo económico que están fallando, para que sea el capital el que esté al servicio del humano, y no al revés, analogía que Correa ha expuesto brillantemente en diferentes entrevistas.

Mientras tanto Chávez Frías está de vuelta en su patria. El día de su aparición pública es esperado con ansia, mientras que la oposición, seguro no tardará en exigir que vuelva a la vida pública y tome el poder con ceremonia y todo. Mas el mundo observa como todo un pueblo, emprende bajo la luz de un héroe, cuyo asiento en la historia de un mundo mejor está reservado ya.

El pueblo ecuatoriano firme se mantiene  en respaldar a su hombre de estado, aunque una pregunta debe ser formulada a tiempo, ¿qué va a pasar cuando se polarice el tablero político nacional de Ecuador, y sea uno a uno la contienda? Correa dijo que habría más progreso. En ese sentido las dos revoluciones, las que dirigen ambos presidentes, Chávez y Correa, parecen tener el apoyo de dos pueblos que encuentran en la hermandad y en su lucha propia, un futuro común: el bienestar de los más desprotegidos.